sistemas economicos

SISTEMA ECONÓMICO.

DEFINICIÓN:

El sistema económico es el conjunto de relaciones institucionales básicas que cada país desarrolla para organizar su economía y que influye en la actuación y decisiones de empresas, particulares y poderes públicos. Representan concepciones distintas que afectan a la oferta, a la demanda y a la forma en que la renta s distribuye a través de las relaciones que se establecen entre los diferentes agentes económicos.

NOTICIA:

«La caída del sistema económico está inquietando a la gente más de la cuenta» POR A. FDZ. DE CASTILLEJO Actualizado Lunes, 03-11-08 a las 11:05
—Estamos en época de crisis. Las Ongs asistenciales aseguran que aumenta la demanda de ayuda. ¿Recibe también el Defensor más quejas? ¿De quién o de qué se quejan más en estos momentos los ciudadanos?
—Estamos recibiendo más quejas relacionadas fundamentalmente con viviendas, en algunos casos sobre alquileres y en otros sobre hipotecas. Esto tampoco es un tema completamente nuevo en la Oficina y de hecho en algunos casos hemos llegado a acuerdos con algún banco para que admita una fracción temporal de esas mensualidades cuando la persona no puede pagar la cuantía total de la vivienda pero sí algo. Con algún banco lo hemos logrado.
— ¿Qué tipo de persona o de familia está acudiendo más con estos problemas al Defensor?
— Se está dando mucho entre las familias monomarentales...
— ¿Qué es eso de monomarentales?
— Las familias formadas sólo por mujeres y sus hijos se llaman monomarentales en el lenguaje de género. Siguiendo con lo que decía son mujeres que se quedan solas a cargo de la familia, en muchos casos porque el marido no les está pasando la pensión por mala voluntad o porque están en paro o porque ha desaparecido, que es una modalidad que se está dando mucho: se da de baja en el trabajo y no se sabe donde está, por lo que la mujer se queda con los hijos y con la hipoteca. Estos casos se están dando mucho. Son mujeres que se tienen que poner a trabajar, limpiando escaleras, etc. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de mujeres de perfil medio que no están acostumbradas a este tipo de trabajo o incluso que no han trabajado nunca fuera de casa. Otro frente de peticiones es sobre albergues porque en general en Andalucía hay ahora mismo más gente que demanda estar en un albergue que plazas. Están colapsados. Lógicamente en el Defensor no recibimos peticiones de ayuda de alimentos y otras necesidades básicas. En definitiva lo que más nos está llegando es la necesidad de un techo. «Las familias formadas sólo por mujeres y sus hijos se llaman monomarentales en el lenguaje de género»—Educación siempre es una Consejería estrella en las quejas que recibe el Defensor. Mobbing, violencia escolar, derecho a elegir el centro y ahora EPC. ¿Le ha explicado la Consejería por qué publicó el nombre y datos de objetores a esta asignatura en el BOJA?
—Sí, la consejera nos ha contestado y dentro de unos días haremos la resolución pertinente.
— ¿Qué decía en esa respuesta la consejera de Educación?
— Justifica lo que ha hecho, pero reconoce que ha sido un error esa publicación. De hecho, la consejera pidió disculpas en el Parlamento. A nosotros en concreto nos da una serie de explicaciones jurídicas donde entiende que no ha habido atentado al menor. Y nosotros contestamos diciendo que nosotros entendemos que no se han respetado los derechos de los menores y la recomendación nuestra irá en la dirección de que esto no se puede volver a producir y que hay que tomar medidas para evitarlo. En cualquier caso este asunto ya está sub júdice porque ha abierto una investigación la Fiscalía
— A Chamizo en concreto como Defensor de los derechos de los ciudadanos y como persona ¿qué le parece la asignatura y la batalla que se está librando en torno a ella?.
——Como Defensor yo sólo puedo opinar que la Ley hay que cumplirla y que por lo tanto hay que dar la asignatura. Pero también tengo que reconocer el derecho de los padres a recurrir a los tribunales si no están de acuerdo.
—¿Y en concreto del contenido de la asignatura qué opina?
—Por los textos que he revisado a mi me parecen en general adecuados. Otra cosa es que es una asignatura que va a depender mucho del profesor o la profesora que la imparta. Pero recuerdo que los padres tienen pleno derecho a objetar, aunque a mí me parece que es una materia que no da para tanta lucha como se está manteniendo. Yo creo que está bien que los padres controlen la educación de sus hijos y entiendo que si hay un profesor que dice algo no adecuado que entonces llegue la denuncia.
—Cuando Chamizo mira a la sociedad andaluza, cuando lee las quejas que recibe ¿qué males detecta y qué avances?
—Uno de los males que veo es que la gente, la sociedad está muy alterada. Las personas están bastante nerviosas y esto no me parece sólo achacable a la crisis económica, que a quien le va a hacer más daño es a la gente que pierde su puesto de trabajo. En este sentido, creo que las administraciones tienen que empezar ya a poner en marcha obras públicas e iniciativas públicas para que el paro disminuya. Esto está claro. Luego lo que veo es una sociedad convulsa, no sé si porque el sistema económico ha tenido demasiada influencia en nuestra propia ideología. Ha influido demasiado en nuestro estilo de vida y al caer el sistema económico la gente se está inquietando más de la cuenta. También creo que estamos en un proceso de deshumanización, cada vez hay más peleas entre vecinos. En fin, demasiado nerviosismo, demasiada intolerancia con actos y gestos normales... Y en lo positivo veo a una sociedad paralela que ahora se está volcando mucho en los demás. Y me refiero no sólo a organizaciones, sino a personas individuales que en medio de este torbellino se están esforzando en pacificar, en humanizar, hablando con la gente y siendo muy normales a nivel de sentimientos.«Uno de los males que veo es que la gente está muy alterada»—Entonces usted cree que el sistema económico nos tenía de alguna manera colonizados...
—El problema que ha tenido la globalización económica es que nos ha globalizado la cabeza, en el sentido bueno y malo. Damos a una tecla y estamos en el mundo.... Pero tiene consecuencias como es que nos ha puesto unas metas que nos hemos creído que nos iban a dar la felicidad, como es el tener muchas cosas, y ahora hemos ido comprobando que no nos da la felicidad sino que nos deja igual o nos hace incluso más desgraciados. Ejemplos: hombre y mujer trabajando sin límite, para conseguir cosas, e hijos que no han sido suficientemente atendidos, no porque sus padres sean irresponsables sino porque sus padres están desbordados y porque lo de compatibilizar la vida laboral y familiar es todavía una utopía que ojalá que se concrete. También nos ha dejado vacíos de interioridad. Se puede hablar de crisis de la interioridad o de crisis de la espiritualidad, depende de si uno es creyente o no. Todo esto es lo que estamos acusando: que está terminado. Y claro cuando terminan estos ciclos en la Historia de la Humanidad hay inquietud porque no sabemos a donde vamos. El miedo a lo desconocido nos pone nerviosos.
— ¿En qué se traduce este nerviosismo social de que habla?
— Por ejemplo, el incremento de la enfermedad mental. Los últimos datos que dio la consejera son que entre el 24 o el 25 por ciento de la población andaluza en algún momento había acudido a un dispositivo de salud mental. Esto tiene dos vertientes: la positiva, que hemos incorporado la psiquiatría y los psicólogos como un dispositivo de salud más; la negativa, que el porcentaje es alto. Y hay otro indicador preocupante que es el número de niños y niñas, adolescentes o más jóvenes, que acuden a los centros de salud mental infantil y juvenil. El incremento es alarmante. Esto son indicadores que nos dicen que algo estamos haciendo mal. El modelo de vida de los adultos incide en el de los niños. Hay demasiadas separaciones y rupturas donde el niño es utilizado como arma y otras veces se supone con mucha facilidad que el niño lo ha comprendido todo. Y los menores no lo comprenden todo, sobre todo cuando se rompen sus referentes emocionales. Hay muchas veces que los adultos no consideramos la perspectiva del menor.
—Hace unos años advirtió que la violencia juvenil, incluida la de adolescentes contra su propia familia, se iba a convertir en un problema grave y así ha sido. ¿De qué sería interesante que nos advirtiera ahora?
—Me preocupa mucho ahora mismo la convivencia ciudadana, pero no con los inmigrantes, sino la convivencia en general. No es normal el número de quejas que llegan sobre peleas vecinales. Puede haber más de 200 más las que no admitimos. Y hay conflictos para todo: desde que no quieren que se ponga el ascensor, cuando a lo mejor en el edificio todo lo que hay son personas mayores, hasta que fulano aparca el coche en mi ventana- ¡y donde lo va a aparcar!- hasta que hacen mucho ruido a las 10 de la noche, o que esta persona se deja abierto el contenedor de las basuras.... Temas muy tontos que inician una relación de violencia. Y no sólo llegan estos asuntos al Defensor sino que todo esto al final se judicializa. Y claro la Justicia también está colapsada porque hay personas que acuden por unas simplezas... Tendría que haber organismos prejudiciales, de mediación, algo que haga puente entre la judicatura y este tipo de asuntos porque si no es que se van a dedicar a resolver peleas vecinales en las que lo que falla es el diálogo pero que acaban con consecuencias graves.
— ¿Le han acusado de estar contra el carril bici?
—En absoluto, lo que ocurre es que hay puntos negros en los que hay que mejorar el trazado. Soy absolutamente partidario del carril bici para toda Andalucía.
— ¿Qué otro tema preocupa ahora al Defensor?
—Los atropellos. Me preocupan porque son cientos al año y vamos a estudiar este tema en todas las capitales y quizás también en ciudades medias.